jueves, junio 14, 2007

Refugio Plantat

Tras idas y venidas, nuevamente sólo los 3: Mauricio, Giancarlo y yo. Sábado tipo 5 salimos hacia el cajón, no paramos hasta el destino, que era Cabrerío, pero optamos por internarnos un poco más en el valle para evitar quedar durmiendo a orilla del camino.

El escenario era espectacular, todo oscuro, pero alumbrado por la luna llena, la nieve de los cerros se veía preciosa.

En esta ocasión la comida no fue sólo de lata, sandwiches y hamburguesas a la parrilla nos mandamos, yo recolecté madera cerca del depto y Giancarlo compro hamburguesas y llevo la rejilla de su parrilla. Armamos un fogón con trozos de yeso y la hoguera prendió de inmediato, un poco de carbón y a esperar las brasas.

Los tres nos forramos hasta los dientes en esta ocasión para poder dormir bien, ahora sí con carpa, no en vivac. Lo único curioso durante la noche fue la pasada de un camión por al lado de nosotros, hacia el interior, que no escuchamos salir.

Alrededor de las 8 desayuno y a desarmar la carpa. Deshicimos un poco del camino hasta poco antes del Cabrerío, donde quedó "Arrecho", en la ruta nos cruzamos con 2 jeeps y un Unimog Mercedes, qué creemos iban a la laguna del Morado.

Comienza la caminata y, rápidamente llegamos al valle de la engorda, muy diferente a cuando lo visité el año pasado en primavera, todo más lúgubre y además sombrío por estar totalmente nublado.

En el valle las marcas amarillas en las rocas que indicaban el camino ya desaparecieron, de aquí en adelante sólo hay snuppies que guían la marcha. Dada la existencia de estos últimos, a Giancarlo se le ocurrió bautizar de "gudstok" a las manchas amarillas, dada su relación con los snuppies y el pájaro WoodStock de Snoopy.

Directo hacia el pie del volcán, siguiendo las huellas y los snuppies, aunque no es del todo recomendable hacer esto, porque el camino es poco directo si se hace esto. Se cruza un arroyo grande por un puente de tablas y, posteriormente varios chorrillos hasta llegar al "Gran Snuupie", como bautizamos al que está al pie del volcán. De ahí hacia arriba es imposible perderse, hay un único sendero que lleva hacia arriba, inicialmente de pura piedra, pero más arriba se cubre de nieve, dándome la oportunidad de probar los Yaktrax Pro, a mi juicio andan de perillas, pero como es usual, a Giancarlo no le gustaron y, sólo reclamó.

Siguiendo la ruta se encuentran rayados sobre las piedras de hace más de 4 décadas de montañistas que por ahí pasaron, en esos tiempos la conciencia ecológica ni existía y, por lo tanto, el rayar piedras parece haber sido de lo más natural.

Llegamos a una explanada grande, en la cual paramos un poco, y decidimos avanzar sólo un poco más hasta las 13 hrs, para poder bajar con luz y temprano. Nuestro último punto fue el comienzo de un valle donde se veían grande glaciares azules colgantes, tipo cascadas. Según el GPS y la posterior revisión de los waypoints, estuvimos tan sólo a 60mts de desnivel del Refugio Plantat, el cuál ya habrá que visitar en la próxima primavera, pues con la nieve que ya había, más las lluvias de esta semana, seguro que la subida ya es bastante más difícil de ahora en adelante.