domingo, octubre 29, 2006

Paseando por el Manquehue


Tras revisar la lista de cumbres en la Región Metropolitana que aparecen en el sitio de AndesHandBook, decidí que debíamos intentar hacer todas las cumbre que ahí aparecen, partiendo naturalmente por la de menor altura, siendo esta precisamente el Manquehue. Luego bajé los waypoints de las dos rutas que parecían más adecuadas y terminamos optando por la que era de menor duración, a costa de una mayor inclinación.

Todas las recomendaciones indicaban a que el cerro no es muy confiable, ocurriendo asaltos ocasionalmente, por lo tanto, opté por llevar lo mínimo posible, de hecho ni siquiera llevé mi cámara fotográfica.

Alrededor de las 9 nos juntamos (Carlos, Mauricio, Giancarlo y yo) con Slavko y Ale en la rotonda de Lo Curro, para desde ahí dirigirnos al punto donde comenzaríamos la caminata. Subiendo por las curvas calles del sector llegamos hasta el final de la Via Roja, tal como indicaban las instrucciones. Habían varios autos ya estacionados en el sector, presumiblemete de otros caminantes.

Partimos en medio de la neblina y el cerro objetivo no era visible en absoluto, nadie imprimió los waypoint a seguir, ni mucho menos se cargó la ruta en el GPS. Seguimos el sendero hasta donde pudimos, tuviendo que devolvernos un poco más allá de pasar lo que suponemos debe ser el hogar de "Don Máximo" mencionado en la guía de referencia, ya que el camino comenzaba a descender por el otro lado. Luego de retomar la ruta correcta, pasamos por lugares en extremo agradables, recordando a la familia Ingalls, de la "Pequeña casa en la pradera", lugares del Parque Nacional Huerquehue o incluso partes del trayecto hacia el mirador de las Torres del Paine pasado el refugio chileno. Resumen, todo absolutamente verde, para mi muy extraño estando en Santiago mismo.

Más arriba nuevamente nos salimos del sendero y tuvimos que transformarnos en verdaderas cabras de montaña, subieno por rocas y terreno muy resbaladizo. Al rato, llegamos hasta el lugar que en el GPS era indicado como un geocaché, no encontramos nada, pero el sitio era un buen mirador hacia el Nororiente, el detalle es que con la neblina no era mucho lo que podíamos ver. Ahí mismo nos alcanzó un señor de más de 70 años quien nos preguntó si habíamos visto una señora mayor bajando, con la cual nos topamos al comienzo del ascenso. El nos comentó que ella tiene 82 años y sube todos los fines de semana al igual que él mismo. Impresionante por decirlo menos!

Desde ahí a la cumbre nos quedaba al menos 30 minutos según el punto cumbre que afortudamente estaba cargado en el GPS. Seguimos rápidamente hacia arriba y para nuestra sorpresa llegamos a la cumbre mucho antes de lo que el GPS indicaba, ya que la cumbre en rigor es bastante amplia, unos 300 mts aprox. Pudimos ver un rato la cordillera mientras se despejaba el cielo y, hacia la ladera norte una gran pendiente con muchos cactus.

En la cima misma apareció otro señor que andaba solo (nunca hacer estas cosas solo es la recomendación #1) quien nos preguntó si ya ibamos a bajar. Comenzamos el descenso y efectivamente la pregunta era para que lo acompañaros. Como comenzamos un rápido descenso sólo Ale y Slavko se quedaron atrás para acompañar al señor.

Nosotros nos adelantamos bastante a ellos, esperándolos varias veces para asegurarnos que todo estaba bien. Nos encontramos con un grupo de Scouts más abajo, pudimos apreciar el Manquehuito, que quizás haremos en alguna otra oportunidad y disfrutamos de un gran Condór que pasó aproximadamente a unos 20 metros por sobre nuestra cabeza.

Un paseo bastante agradable y liviano en comparación a otras salidas y con un escenario totalmente insospechado al menos para mi, a pesar de que los textos indicaban que el comienzo era un verdadero vergel, pero que dados nuestros repetidos errores de ruta, se convirtió en vergel de comienzo a final.

Fotos están las que sacó Alejandra y un par que sacó Carlos con su celular, estas últimas me deberían llegar por mail pronto y las de Ale estimo serán publicada en su sitio.

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