lunes, octubre 16, 2006

Caminata en Cajón del Maipo


Este fin de semana el plan inicial era ir el viernes por la noche a acampar al Cabrerío, para así aprovechar al máximo el día Sábado y poder alcanzar el refugio Plantat temprano por la manaña.

Debido a las incesantes lluvias que comenzaron el día Jueves y duraron hasta el mismo día viernes a media noche, estimamos poco prudente el ir a mojarnos esa noche y preferimos madrugar el sábado y recuperar de esa manera el mayor tiempo posible. Ante este cambio de planes y la intensa lluvia Calcu arrugó y se bajó del equipo.

Sábado 4:45 AM, suena el despertador y levanto a Mauricio que se quedó en mi casa para optimizar el recorrido matutino. A las 5:30 ya estabamos esperando que Giancarlo pasara a buscarnos y, conversamos con Slavko telefónicamente para coordinar la reunión matinal en el On the Run de Av. La Florida.

Estando en el mismo On the Run, esperando a Slavko pasó un Peugeot 206 muy rápido perseguido por una patrulla de carabineros. Segundos después 5 bólidos verdes más pasaron y, al instante escuchamos disparos. Llegó Slavko y Alejandra y enfilamos hacia el destino. Unas cuadras más allá divisamos al 206 detenido con el parabrisas trasero completamente destruído, presumiblemente por los disparos que escuchamos y los pacos tenían a 3 personas detenidas. Qué habrá sido? Robo de auto, asalto, otra cosa? Ni idea, porque no vi las noticias en todo el día.

Camino al cabrerío nos percatamos que absolutamente toda la Cordillera estaba nevada de pies a cabeza y estimamos que habría demasiada nieve como para alcanzar el punto objetivo. Ya en San José se veía nieve en el camino, bosques nevados y escarcha sobre el pavimento anticipaban lo que se nos venía. Fotos por doquier durante el trayecto, pues el paisaje lo ameritaba y, lo más seguro era que a la vuelta no estuviese igual.

La nieve siguió aumentando hasta un punto tal que dejamos el Corsa de Slavko y sra. en Lo Valdés, porque de ahí en adelante no había huella alguna y la máquina definitivamente no había pasado. Nos amontonamos todos dentro de "Arrecho" y seguimos hacia arriba, lo que no fue muy efectivo, pues poco más allá había un voladero de nieve obstaculizando el camino y fue donde tuvo que comenzar la caminata.

Afortunadamente para Alejandra, Calcu había arrugado, pues dejó disponible un par de raquetas de nieve, las cuales le fueron muy útiles. Lamentablemente su esposo tuvo que realizar la marcha sólo con sus zapatos de trekking.

Raquetas, polainas, lentes, bloqueador y el resto de los accesorios listos y enfilamos hacia el cabrerío. Había tal cantidad de nieve que incluso con las raquetas nos hundiamos un buen poco. Imaginense como iba nuestro caminante en las zonas de los voladedores, se enterraba casi hasta la cintura, al punto tal de casi desanimarlo por completo y querer devolverse a su auto.

Entre paradas, cansacio y calor (si, calor, no había nube alguna y la nieve refleja demasiado el sol) avanzamos a tranco lento pero seguro hasta el cabrerío, el cual finalmente sería nuestro destino final, pues recién lo alcanzamos alrededor de las 13hrs. En la ruta se escuchaban repetidas tronaduras, tal y como si fuesen explosiones, que al rato nos dimos cuenta eran desprendimientos de nieve desde las laderas. La más impresionante fue lo que yo nombraría por avalancha que vimos al otro lado del río, para mi curiosidad no se notó que moviera masa de nieve, sino que más bien provocó una enorme nubada de nieve polvo.

Al llegar al cabrerío era lunch time, cada uno sacó sus pertrechos y almorzar se ha dicho. Muy cerca de nosotros había un zorro mucho más grande que los que yo conocía, aún no he contrastado las fotos que le saqué, pero según me cuentan se trataría de un Culpeo, grande, realmente grande, comparable con un perro de tamaño medio hacia arriba.

El retorno fue cosa de niños, salvo por mi raqueta que se le rompió una de las hebillas y debía amarrarla a cada rato. El principal problema de bajada fue a raíz del rápido deshielo, que rápidamente transformó lo que en la mañana era nieva polvo en sopa y, por lo tanto, en una superficie extremadamente resbalosa para las raquetas, y por lo menos yo venía prácticamente patinando. Según GPS el tramo de ida y vuelta fueron aproximadamente 5.6 kms.

Nos juntamos en Lo Valdés y emprendimos rumbo a San José a buscar algún lugar donde vendieran empanadas, el requisito era que debía haber una alternativa al pino, pues Mr. Glisic y señora son veggies.

Al detenernos poco antes de San José, Slavko nos comentó que su auto tenía olor a bencina, Giancarlo lo revisó y efectivamente la manguera de combustible tenía una gotera, no muy grande, pero evidentemente estaba perdiendo líquido. Gracias a un vecino del sector que nos regaló una manguera y dos abrasaderas, el problema quedó solucionado, tomó un buen tiempo, pero finalmente quedó OK. Justo al frente de ese lugar comimos unas empanadas y de vuelta a casa.

Aún no he revisado mis fotos, pero Slavko dejó las suyas aquí y, en estos momentos estoy recibiendo un video de él, que lo publicaré más tarde.

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Ya tengo el video, lo deje en este link.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la montaña , el valle , el río increíble. uno de los mejores paseos.

Caminar en la nieve con Raquetas ,cansa un montón , pero fueron de gran ayuda. la nieve de subida estaba con un nivel considerable y sin el equipo huviese sido una tortura.

lo pase excelente, pero me queme un poco . consejo mucho bloqueador

saludos y repitamos la salida

Anónimo dijo...

Para mi fue, una caminata muy buena,
espero que hacemos otra pronto.
Saludos y gracias a Gonzalo, Giancarlo y Mauricio por ayuda,
Slavko
[keep trekking]

Gonzalo Vásquez S. dijo...

Había olvidado poner el link a las fotos, están aki: Flickr