Ayer fuimos con Martin y Giancarlo a "Yerba Loca", 4kms al interior de la curva 15 del camino a Farellones, este es un recinto protegido por la Conaf, por lo tanto, hubo que pagar $1.500 por c/u. El mismo guardaparque nos recomendó la ruta a seguir, ya que, había mucha nieve como para dirigirse hacia los glacias, por lo tanto, nos indicó entrar precisamente por un lugar donde hay una barrera y está señalado como "No entrar vehículos y personas".
Unos metros más allá de la barrera dejamos el Nissan de Martín, que fue nuestro transporte esta vez. Comenzamos a caminar unos 300 metros por el camino cruzando un pequeño riachuelo y pasando por una arboleda. Poco más allá decidimos salirnos del camino en dirección a lo que se veía como la cumbre más cercana. En el trayecto hacia el cerro nos encontramos con una hermosa planicie donde había grandes rocas, a las cuales Martin y Giancarlo se les ocurrió treparse. En el mismo lugar hay una arboleda de pinos, bastante curioso para el sector.
Seguimos trepando por la ladera rumbo a la cumbre, buscando el "Refugio Alemán" que nos indicó el personaje de Conaf. De refugio nada por ningún lado, pero las rocas eran fenomenales y la vista impagable. Una variedad de pajarillos con sus cánticos muy simpáticos, unas loicas, zorzales, una especie que no se como se llama que más que volar saltaba y tenía la cola muy parada como un plumero, además de un halcón (o similar)con el pecho completamente blanco que nos siguió un buen rato.
Para ascender a la parte superior de la pared de rocas cada uno de los tres siguió rutas distintas, llegando Giancarlo y Martin al mismo lugar y, yo al borde superior de la pared, unos 100 metros más abajo que ellos, pero con una vista notablemente mejor, ya que el acantilado lo tenía ahí mismo. Para llegar a estos puntos tuvimos que pasar unos matorrales bien espisos, de los cuales ninguno se libró.
Desde ese punto seguimos hacia la cumbre, en la cual ya divisabamos el abandonado refuigo de piedra. En la ruta embocamos a un sendero que seguía hasta la casa de piedra, unos pocos metros más arriba. La casa estaba evidentemente en estado de abandono y, preferimos no entrar ante la posibiliad que hubiesen ratones o algo por el estilo.
Para nuestra sorpresa desde ese lugar se ven las casas de Farellones, incluso algunas de las torres de los andariveles. La nieve debe haber tenido sólo como 10 a 15 cms en ese lugar, pero era de la más agradable, esa que no moja, pero si cruje cuando la pisas, un polvo perfecto. Hacia la cordillera (asumo dirección Este) se veía un hermoso valle que en la tarde Matías Montenegro me aclaro se trata del Valle de la Leona, que conduce a los pies del Plomo. Un poco más al Norte a lo lejos se veía una pared de hielo, asumimos que se trataba de alguno de los glaciares del recinto, pero serán para otra vez que los visitaremos.
En el retorno pusimos la guinda a la torta, llegando casi al auto nuevamente nos salimos de la senda y quisimos acortar camino, pasando por una quebrada. Giancarlo se pegó una buena patinada en el barro que había pero sin mayores tropiezos, Martin siguiéndolo por el mismo lugar terminó tirado en el piso y con una buena capa de barro; yo por mi lado, intentado evitar esa ruta, me desvié unos metros a la izquierda y terminé peor, enterrado hasta las rodillas en una pequeña vegita. Jeje, este fue el detalle para ponerle aún más naturaleza al paseo.
Resumen: en torno espectacular, vista muy agradable, tiempo ideal y distancia más que adecuada para un paseo de una mañana.
Las fotos están en Flickr
domingo, septiembre 03, 2006
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